A unos pasos de la zona turística de Zipolite en Oaxaca, existe Piña Palmera, un lugar que trabaja con una filosofía pedagógica particular: rechaza el asistencialismo y, en cambio, busca la inclusión desde la educación y el trabajo que involucra a toda la comunidad. En esta organización auto sustentable, encontramos a Bartolomé "Tolo" Martínez, quien cayó de una palmera a los 20 años y, como consecuencia, perdió sus dos piernas, y después de un proceso de superación física y emocional, ahora es artesano. También está Paty, una mujer sobreviviente de polio quien encontró en la inclusión comunitaria el empoderamiento que le permite ser independiente y criar a su hija con valores de justicia y dignidad. Ellos y decenas más encuentran en Piña Palmera un espacio de confianza, con muchas posibilidades para construir una vida digna e incluyente.
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